Virtualización de Sistemas

Virtualización de Sistemas

Hoy en día el camino hacia la virtualización es una estrategia de primera línea entre las organizaciones que desean optimizar sus infraestructuras TI, reducir gastos e iniciar el camino hacia los sistemas en la nube.

La virtualización permite simular recursos físicos en entornos virtuales para extender arquitecturas flexibles, escalables y fáciles de administrar, con grandes ahorros económicos. Esta tecnología de virtualización de servidores divide, una máquina física en varias máquinas virtuales independientes en las que pueden ejecutarse diferentes sistemas operativos y aplicaciones para los fines que requiera el negocio de nuestro cliente.

La mayoría de los servidores rinden a menos de un 15 % de su capacidad, lo que fomenta la complejidad y la proliferación de servidores. La virtualización de servidores se ocupa de estas ineficiencias al permitir ejecutar varios sistemas operativos en un único servidor físico como máquinas virtuales, todos con acceso a los recursos informáticos del servidor subyacente.

Ahorro en costos

Reducción de los gastos de adquisición de hardware. La consolidación de servidores permite aprovechar de una manera más eficiente los recursos disponibles.

Ahorro en gasto eléctrico. La disminución del número de servidores reduce el consumo energético y refuerza el compromiso -Green TI- de las organizaciones.

Menos espacio físico. Se disminuyen los costes destinados a albergar la infraestructura.

Flexibilidad y facilidad de administración

Una sola plataforma hardware con varios sistemas operativos. Ejecución simultánea de S.O. y aplicaciones en una sola máquina física.

 Automatización y consolidación de servidores. Disminución del número de máquinas físicas y administración sencilla y centralizada del entorno virtual.

Menor complejidad TI. Reducción de los recursos humanos y del tiempo necesario para su gestión y mantenimiento.

Alta disponibilidad

Escalabilidad y continuidad de negocio aseguradas. Asignación rápida de recursos a las aplicaciones más críticas y a las necesidades empresariales que más los necesitan.

Despliegue sencillo de estrategias de Disaster Recovery. Facilita la realización de copias de seguridad y su recuperación automática.

Mayor rentabilidad. Se minimiza la pérdida de ingresos al reducirse los tiempos de inactividad o imprevistos.